jueves, 26 de mayo de 2011

Aunque estés en el suelo.

Cuantos de nosotros nos hemos sentido en el suelo porque le fallamos en algo a Dios o por problemas y situaciones difíciles que vienen a nuestra vida? Creo que casi todos.

Ayer al final del día, me paso algo tan difícil que me dio vergüenza el nombre que le había puesto al blog y bajo el concepto que lo había creado porque lo que paso no me hacia brillar como una estrella sino que me apagaba, me sentí tan mal que lloré y hasta me enoje conmigo misma y le pregunte a Dios: Por que es que me pasó esto? Por que tomé tan mala decisión?. Luego comencé a sentirme como si no tenia sentido lo que hacia y había hecho, me comencé a sentir sin rumbo y algo confundida. Le pedía a Dios que me mostrara cual había sido la raíz de mi problema, por que a veces me sentía tan cerca de él y mis decisiones eran las mejores, me sentía enfocada y con una meta clara y, por que a veces tan alejada de él y por ende confundida y sin rumbo.

No lo entendí hasta el otro día en la mañana cuando